El alcohol es un tóxico, de modo que cualquier tipo de
bebida alcohólica -incluidas las de baja graduación- generará efectos nocivos,
más o menos graves según quién beba y cuánto ingiera. La gravedad de la resaca
de alcohol está relacionada con la inflamación inducida por las impurezas de la
bebida alcohólica y los subproductos del metabolismo del alcohol. Para evitar
grandes perjuicios, conviene no ingerir bebidas alcohólicas con el estómago
vacío. Cuanto más lleno esté, más tardará el alcohol en llegar a la sangre.
1.El único método infalible para evitar las resacas es evitar
el alcohol, pero dado que en estas fechas parece un objetivo difícil de
cumplir, la mejor opción es limitar su consumo al mínimo y buscar otras
alternativas "con chispa" para disfrutar de las celebraciones. Los
cócteles sin alcohol son una opción estupenda.
2.Hay muchas curas, remedios caseros y agentes profilácticos
para afrontar las resacas, pero la evidencia científica de su efectividad, en
general, es escasa. Algunos complementos ayudan a reducir unos síntomas
específicos -como el dolor de cabeza o los vómitos-. Sin embargo, no son
eficaces para atenuar otros, como la somnolencia y la fatiga.
3.Ante un consumo extraordinario de alcohol, todos los órganos
se ven perjudicados, aunque hay uno en particular que sufre más: el hígado.
Algunos alimentos acentúan su función depurativa y favorecen su recuperación
tras un día de excesos. En este grupo figuran los vegetales verdes y con ligero
sabor amargo, como la alcachofa, la achicoria, la endibia, el cardo, la
escarola, el brócoli y el rábano.
4.La dieta no puede, por sí misma, evitar una resaca o
curarla, pero una adecuada selección de alimentos sí puede servir de ayuda para
mitigar las molestias. Estos alimentos deben ser poco exigentes con el hígado y
la vesícula, los órganos que se encargan de digerir las grasas.
5.Las grasas y las comidas muy copiosas requieren que estos
órganos trabajen más. Por tanto, en días de resaca no cabe probar frituras,
guisos, estofados y asados contundentes. En su lugar, se optará por las
cocciones al vapor, los estofados de verduras a fuego lento y hervidos, y la
plancha.
6.Las frutas frescas también están recomendadas. Se pueden
combinar y alternar con frutas asadas o en compota, muy suaves para la función
digestiva. Algunas ideas: la compota de manzana y zanahoria, las manzanas
asadas o las peras cocidas.
7.El mejor desayuno para una mañana de resaca debe ser
liviano, nada copioso y sin excitantes. Es preferible beber una infusión o un
té verde en lugar de café.
8.Las comidas y las cenas deberían componerse de cereales
(arroz, pasta, cuscús...) mezclados con verduras de hoja verde y de raíz.
9.Las vitaminas que intervienen en el ciclo de metabolización
del alcohol son la B1, B6 y B12 y la vitamina C. Aunque su eficacia para
"curar" la resaca no está demostrada desde el punto de vista clínico,
el aporte extra de estas vitaminas antes y después de los excesos con el
alcohol sí puede servir de atenuante de los desagradables síntomas.
10.Los caldos que resultan de la cocción de las verduras más
indicadas para la nutrición hepática, las de hoja verde, se pueden tomar entre
horas a modo de remedio coadyuvante, al igual que los licuados depurativos que
se hagan con hortalizas o mezclados con frutas. Desde un jugo de hortalizas
verdes, uno de manzana y zanahoria, o de apio y manzana en forma de sopa fría,
hasta un diurético caldo de apio y cebolla.
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